Este blog forma parte de la iniciativa "Ciudad Filosofía" recogida en la web (enlazada en el menú de arriba), pero está dedicado exclusivamente a resaltar las acciones enfocadas a la defensa de la educación de esta disciplina en la ESO y Bachillerato.

martes, 29 de enero de 2013

1ª Tertulia en bares "Té y Filosofía" ¿Son más felices los ignorantes?



El domingo 27 de Enero, a las cinco y media, en el local La Taifa, tuvo lugar la primera tertulia de Té y Filosofía, iniciativa promovida por Ciudad Filosofía con la finalidad de llevar la reflexión filosófica a la ciudadanía o, más bien, encontrarla allí. Un grupo bastante nutrido y heterogéneo de personas (muchos jóvenes, pero también bastantes menos jóvenes, hablando en calidad de iguales) le dimos vueltas a la pregunta que nos congregaba: ¿sirve el conocimiento para algo?, ¿son, por ejemplo, más felices los ignorantes, los que no se preguntan? El ambiente fue muy amistoso, y el diálogo, auténtico diálogo: había argumentos, preguntas, intuiciones, poesía, pasión…: pensamiento.

Fueron muchos los aspectos del asunto que se abordaron. Sin pretender seguir un orden cronológico ni exhaustivo, recordamos que se discutió, por ejemplo, de si una búsqueda o investigación de qué somos y cómo son las cosas, nos garantiza una mayor felicidad o más bien lo contrario. Había “pesimistas” que creían que, aunque resulte apasionante adentrarse en pensamientos que van más allá de lo rutinario y ya sabido, es un camino que seguramente no lleve a un estado de mayor satisfacción, porque tal vez nunca encontraremos las respuestas. Otros, en cambio, pensaban que, gracias, por ejemplo, al estudio de la filosofía, su vida era más densa y feliz. Estuvo muy presente el existencialismo, que nos ve “condenados a ser libres”, lo cual, por un lado, nos hace “especiales”, destinados a un proyecto completamente indeterminado y propio, pero por otra parte quizás nos aboca, al final del trayecto, a un vacío sin esperanzas. En otros términos, se discutió qué relación hay entre nuestra naturaleza cultural y la naturaleza natural que mediante la cultura abandonamos, al menos en parte.

Se planteó también si la felicidad era un objetivo al que habría que subordinar todos los demás. Algunos pensaban que no, porque no estaría justificada una felicidad que dependiese de una vida inconsciente, o de una vida basada en injusticias (por ejemplo, el trabajo esclavo de otras personas). Deberíamos, decían algunos tertulianos, ser conscientes de lo que pasa, y no vivir una felicidad ficticia, manipulada, programada. Menos gente abogó por que la felicidad, si era verdadera felicidad, justificaba cualquier medio para conseguirla.

Otros sugerían que seguramente es imposible ser feliz sin ser libre y consciente. ¿Eran felices las mujeres cuando carecían y donde carecen de casi cualquier derecho civil? ¿Lo son los ciudadanos en una situación sociopolítica deficitaria en democracia y derechos? Quizás saben que se podría ser más felices de lo que son, pero, o bien no conocen los recursos para conseguirlo o bien creen que la apuesta es demasiado arriesgada y prefieren someterse a lo malo conocido. En relación con esto, varios asistentes reivindicaron la necesidad de definir la felicidad, y de entenderla de una manera más plena u “holística” que un cúmulo de satisfacciones puntuales e inconexas.

Se discutió, también, qué relación creemos que hay entre la capacidad emocional y la racional: ¿puede, una persona con deficiencia cognitiva, sentir emociones tan intensas y complejas como las que puede sentir un genio, o bien la capacidad para sentir ciertas emociones va necesariamente unida a la capacidad para cierto nivel de consciencia cognitiva? En el límite: ¿puede un ser inconsciente (cognitivamente inconsciente) ser feliz? También acerca de estas preguntas hubo amistosa disensión.

En lo que todos o casi todos estuvimos de acuerdo fue en que asistir a aquella tertulia de unas dos horas y media que parecieron unos minutos, nos había hecho más felices y quizás algo más conscientes. Así que creímos que sería buena idea repetir esto de vez en cuando, sin un calendario preciso pero con asiduidad. Los asistentes pueden sugerir los temas de las próximas tertulias de Té y Filosofía dirigiéndose a nuestra página web. Se animó, también, a llevar este tipo de eventos a otras ciudades.








2 comentarios:

  1. Yo propongo un tema de debate para la próxima vez que quedemos:
    ¿Se puede ser feliz siendo esclavo?
    ¿Puede ser feliz un drogodependiente, un consumista obsesivo, etc.?

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