Este blog forma parte de la iniciativa "Ciudad Filosofía" recogida en la web (enlazada en el menú de arriba), pero está dedicado exclusivamente a resaltar las acciones enfocadas a la defensa de la educación de esta disciplina en la ESO y Bachillerato.

martes, 29 de enero de 2013

Educación para la ciudadanía.


por Gonzalo Trespaderne (publicado originalmente el 19/01/13 en http://ciudadanogonzalo.blogspot.com.es/

El pasado día 14 de enero, José Ignacio Wert, tuvo que suspender en Sevilla la conferencia que iba a impartir sobre “La educación en el siglo XXI”, debido a los gritos y abucheos que recibió durante más de veinte minutos por parte de un centenar de personas. Después, en declaraciones a los periodistas, calificó el acto de "ejercicio de fascismo”, y agregó que este hecho evidencia que urge una reforma educativa en España, resaltando la conveniencia de "aprender a discutir civilizada y  educadamente, que sepamos entender que incluso las opiniones del  adversario pueden tener una parte de verdad". Bien, pues le voy a dar la razón en esto último al Señor Ministro: en que es necesario que desde la infancia se aprenda a respetar a quien tenemos enfrente, aunque sus ideas sean distintas, a practicar la tolerancia, a solucionar las diferencias mediante el diálogo. Hasta ahora, la materia que más hacía hincapié en este tipo de instrucción dentro de la enseñanza obligatoria era la de Educación para la ciudadanía. Lo que, a partir de aquí, se convierte en una contradicción supina, o una tremenda falta de planificación es que, antes incluso de aprobarse la orden de 9 de enero que comprende esas modificaciones, El Ministro haya anunciado que va a eliminarla. Si, además, refuerza la asignatura de Religión católica (como garante de la educación en valores), y lo hace tras mantener reuniones en privado con los obispos y sin discutirlo con otras formaciones políticas, consejerías de educación o expertos en educación, entonces, yo no le llamaré “fascista” (porque el fascismo es más otra cosa: una ideología que acabó con la vida de muchas personas en un pasado que aún no está  suficientemente lejano), pero sí autoritario, revanchista y doctrinario. Y que piense el Ministro que si lo de Sevilla se suma a unos cuantos recibimientos “poco afables” que ha tenido en los últimos meses  allí donde ha ido a presentar su reforma del modelo educativo (consultar hemeroteca),  si es el miembro del Ejecutivo peor valorado y  tiene a la inmensa mayoría de las personas que nos dedicamos a la enseñanza indignadas, probablemente también él, como dirigente político, tenga que reformarse.  No “crecerse al castigo”, como dijo que le gustaba hacer. Que es un representante del pueblo. Que la cartera que maneja requiere mucho talento,  poca visceralidad y ninguna soberbia. Que quien siembra vientos…

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